una ilusión construida con argumentos
que solo algunos llegan a creer.
La certeza, como antítesis, es más calma,
incluso carece de energía, de vida.
Pero siempre en equilibrio.
Ni el error ni la certeza son el absoluto.
La realidad es lo absoluto y por tanto la referencia.
Mientras seamos seres oscilaremos entre el error y la certeza,
solo cuando dejemos de ser seremos parte de la realidad.
Vul (Barcelona, 14/03/2014)

No hay comentarios:
Publicar un comentario