arremolinadas,
caen como nieve gastada
en un espectro invisible
donde hasta tu ausencia es revocable.
Estridencias personales,
manecillas regresivas
de un tiempo relativo,
cual acento degradado e inercial.
Despedir al otro,
de equívoca pertenencia,
es esperanza en un espejo.
vul (bcn, 22/03/2010)

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